Reacción al fuego

06.05.2019

Es posible que en vuestra comunidad de propietarios tengáis la idea de rehabilitar el edificio. Puede que sea una propuesta a la que lleváis mucho tiempo dándole vueltas, pero sobre la que habéis tenido siempre ciertas dudas. Y tal vez algunos de vosotros retoméis esa idea a la vuelta de vacaciones.

En caso de que ésta sea vuestra situación, en el día de hoy trataremos de aclarar una de las dudas más importantes que suele surgir en torno a las soluciones de aislamiento térmico en las fachadas:

¿Son un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) o una Fachada Ventilada resistentes a los incendios?

Al contrario de lo que muchas personas piensan, estos sistemas son resistentes al fuego, y deben cumplir una normativa específica. El Código Técnico de la Edificación (CTE) es el conjunto principal de normativas que regulan la construcción de edificios en España, y uno de sus documentos básicos (CTE DB SI) trata sobre la seguridad en caso de incendio. Establece, entre otras cosas, una clasificación de reacción al fuego de los materiales y elementos constructivos.

Esta clasificación tiene en cuenta tres parámetros: La combustibilidad, la generación de humo y la caída o goteo de partículas. El primer parámetro se clasifica con las letras A a F, siendo A el caso de los materiales o sistemas no combustibles y E los materiales combustibles con alta contribución al fuego. El segundo parámetro se marca con s1, s2 o s3 en función de la producción de humos (1 baja y 3 alta). Por último, el tercer parámetro marca la caída de gotas, siendo d0 el material que no produce gotas o partículas en caso de incendio, d1 cuando las gotas no son inflamadas y d2 cuando las partículas generadas son inflamadas.

Este documento establece que la clase de reacción al fuego de los materiales que ocupen más del 10% de la superficie del acabado exterior de las fachadas o de las superficies interiores de las cámaras ventiladas que dichas fachadas puedan tener, será B-s3,d2 hasta una altura de 3,5 m como mínimo, en aquellas fachadas cuyo arranque inferior sea accesible al público desde la rasante exterior o desde una cubierta, y en toda la altura de la fachada cuando esta exceda de 18 m, con independencia de donde se encuentre su arranque.

Una vez explicado esto, veamos las características de los sistemas que utilizamos:

Por un lado, en el caso de la Fachada Ventilada, el aislamiento utilizado habitualmente es de lana de roca, el cual, como explicamos en un artículo anterior, es incombustible (A). Por otro lado, en los SATE, el aislamiento utilizado es poliestireno expandido (EPS), el cual tiene una alta contribución al fuego (E). No obstante, estos sistemas están compuestos de varias capas, y tanto la armadura que cubre el aislamiento, como el revestimiento de mortero acrílico, tienen una clasificación A2-s1, d0. De esta manera, el conjunto adquiere una clasificación de reacción al fuego por encima de las exigencias de la normativa.

En resumen, escogiendo los materiales adecuados y contando la empresa instaladora con experiencia en la instalación de estos sistemas, vuestro edificio rehabilitado estará protegido en caso de incendio.