¿Cómo elegir el aislamiento térmico más adecuado para mi vivienda?

08.11.2019

Si estás pensando en rehabilitar tu vivienda y tienes dudas de cuál es el aislamiento térmico que deberías elegir para incorporar a tus fachadas, te recomendamos que leas este pequeño artículo.

La normativa vigente en edificación, el Código Técnico de la Edificación (CTE), en su documento básico de Ahorro de Energia (DB-HE), establece una limitación del consumo energético de las viviendas. Es muy probable que tu edificio se construyese muchos años antes de la aprobación de esta normativa (2006) y no tenga incorporado en su fachada aislamiento térmico. Con buen criterio, en el momento de plantear una actuación en la fachada, has visto la necesidad de incorporar aislamiento térmico al edificio y traerlo al siglo XXI y a la normativa actual.

¿Pero en qué tendrías que basar tu decisión para elegir un aislamiento térmico u otro? Existen diversos factores que influyen a la hora de escoger un material: su resistencia acústica, su resistencia al fuego, que sea ecológico, su precio, etc. Sin embargo, hoy vamos a centrarnos en el que creemos que es el factor más determinante y que mayores beneficios te puede aportar: su transmitancia térmica.

La transmitancia térmica de un cerramiento (una fachada por ejemplo) es la inversa de la resistencia térmica del conjunto de capas que componen dicho cerramiento. Es decir, se calcula la resistencia que hace cada capa (ladrillo, mortero, aislamiento, etc.) para evitar que la temperatura que tienes en el interior de la vivienda se iguale con la del exterior. El ejemplo más visual es en invierno, cuando calientas tu vivienda a la temperatura de confort. Cuanto mayor sea la resistencia térmica de la fachada, más tiempo aguantará la vivienda en esa situación de confort.

Por tanto, te interesa saber la resistencia térmica del aislamiento que vas a escoger. Para calcularlo, la fórmula es muy sencilla, basta con dividir el espesor del material a colocar, entre su conductividad térmica. La conductividad es una propiedad física del material que se obtiene mediante ensayos de laboratorio y se trata de un dato que te tiene que dar cada fabricante. A continuación te dejamos algunos ejemplos de los aislamientos más utilizados en rehabilitación (pueden variar en función del fabricante):

               Poliestireno expandido (EPS) (blanco): 0,040 W/m.K

               Poliestireno expandido (EPS) (grafitado - gris): 0,032 W/m.K

               Lana de roca: 0,034 a 0,041 W/m.K

               Poliestireno extruido (XPS): 0,036 W/m.K

Importante destacar que al estar dividiendo en la ecuación, te interesa que la conductividad térmica sea la menor posible. En cuanto al espesor, cuanto mayor sea, mejor resistencia térmica tendrás.

En resumen, nuestra recomendación es que elijas un aislamiento térmico con una conductividad baja y que no escatimes en espesor de material, realizando siempre una inversión equilibrada. El dinero que inviertas en aislamiento térmico, lo recuperarás en reducción de consumo energético de la vivienda y por consiguiente, en tus facturas.

Y lo más importante, aunque estos conceptos y consejos te puedan servir para entender la necesidad de tu edificio, es recomendable que contrates un técnico especializado en rehabilitación, para que te asesore y encuentre la solución óptima para tu caso.

Para ampliar esta información, estamos a tu disposición en nuestra página web, en nuestras redes sociales o a través de teléfono (943 09 28 29) o correo electrónico (info@arkupe.es).